
Nuestra identidad está moldeada por las historias que contamos, por las culturas que llevamos con nosotros y por los vínculos que construimos con los demás. La música reúne todos estos elementos. A través de melodías, ritmos y letras, no sólo nos expresamos, sino que descubrimos quiénes somos y a qué realidad pertenecemos. Para el Gen Verde, la música es un viaje de descubrimiento de uno mismo y de la humanidad compartida, donde cada voz añade significado al conjunto.
Cómo nos ayuda la música a descubrir quiénes somos
La música tiene la capacidad única de hacer aflorar nuestro mundo interior. Ya sea componiendo, tocando o simplemente escuchando, la expresión musical puede revelar historias, valores y emociones profundamente personales. A través de la música exploramos y expresamos quiénes somos y lo que más nos importa, que en nuestro caso es vivir y comunicar el mensaje del Evangelio: amor, fraternidad universal, justicia, perdón, empatía…
Este proceso no sólo es creativo, sino también reflexivo: ayuda a las personas, especialmente a los jóvenes, a reforzar la conciencia de sí mismas y a experimentar estos valores. Crear música o entrar en contacto con las letras de las canciones nos permite vernos a nosotros mismos con mayor claridad, poner nombre a las emociones y comprender mejor nuestro lugar en el mundo.
De esta manera, la música se convierte en algo más que arte: se convierte en un espacio seguro y estimulante en el que encontrar nuestra propia voz y asumir nuestra identidad.
Cantar con todo nuestro ser: cultura, lengua y memoria
Música e identidad están estrechamente relacionadas. Una sola melodía puede volver a conectarnos con nuestra infancia, con las tradiciones familiares o con los lugares que en un tiempo llamábamos hogar. Los sonidos y las lenguas con los que crecemos configuran nuestro modo de experimentar el mundo.
Esto es especialmente cierto en la música del Gen Verde, que abarca un repertorio multilingüe y multicultural. Cantar en muchas lenguas no es sólo una elección artística, sino un acto de inclusión y respeto. Honra la rica diversidad de raíces dentro del grupo y refleja la manera en que la identidad cultural se expresa a través de la música y el arte.
Cuando cantamos con todo nuestro ser —voz, lenguaje, memoria— expresamos toda nuestra humanidad.



Pertenencia a través de la armonía: encontrar el propio lugar en la colectividad
Al igual que las voces se funden en armonía, las personas pueden encontrar la unidad a través de la diversidad. La música ofrece una potente metáfora de la comunidad: diferentes notas y ritmos, cuando se unen, crean algo más rico y más bello que cualquiera de sus partes por separado.
En el trabajo del Gen Verde, esta idea cobra vida. Cada componente trae consigo su propio bagaje cultural, pero todas comparten un objetivo común: escuchar, incluir y crear juntos algo significativo.
Los conciertos del grupo, los talleres artísticos y el choral workshop suelen poner de relieve este principio: muchas voces, un único sonido. Es un ejemplo vivo de cómo la música nos enseña el respeto recíproco y la fuerza colectiva.
Crear espacio para cada voz
La representación en las artes es importante. Determina a quién se escucha y quién se siente parte integrante de la comunidad. Por eso, el Gen Verde se compromete a crear un espacio para cada voz, especialmente las infrarrepresentadas o ignoradas.
A través de espectáculos, talleres y proyectos colaborativos, el Gen Verde trabaja para valorar perspectivas diversas. Las canciones y las historias del grupo, a menudo, reflejan las experiencias de personas procedentes de diferentes contextos sociales, haciendo que el público sienta que se le ve, se le escucha y se le aprecia.
En este contexto, la música se convierte no sólo en una expresión de identidad, sino también en una herramienta de visibilidad y empoderamiento.
La música che une: cuando la identidad conduce a la conexión
Cuando las personas se sienten libres de expresar quiénes son, pueden establecerse vínculos más profundos. Los momentos musicales compartidos suelen crear un sentido de comunidad, en el que todos se sienten parte de algo más grande que ellos mismos.
Durante los conciertos y talleres del Gen Verde, los participantes frecuentemente hablan de sentirse “en casa”, no porque se hayan conocido antes, sino porque la música crea un espacio en el que florecen la apertura y la empatía.
Estas experiencias nos recuerdan que la música y la identidad no son sólo personales, sino también relacionales. Cuando aceptamos nuestras historias por medio de la música, también abrimos la puerta a una mejor comprensión recíproca.
Para experimentar en persona el poder de la música en vivo, no podéis perderos los conciertos que daremos en Loppiano, el sábado 29 a las 21:00 y el domingo 30 de noviembre a las 16:00. Toda la información en nuestra página web.
Para organizar eventos, conciertos y/o talleres artísticos con el Gen Verde, podéis enviar un correo electrónico a info@genverde.it con vuestra solicitud, información y datos de contacto.
Descubre las fechas de nuestro próximo tour y únete a nosotras para un concierto en directo o un taller artístico.



